Cachitos de jamón

A petición del público lector, hoy toca receta venezolana. Hoy Can Chevere trae una receta muy rica y muy típica en Venezuela, uno de los desayunos más consentidos y por excelencia, que combinan con un buen guarapo (un café solo bien aguado), juguito (zumito) de frutas o lo que le eches.

Hablo del cachito, una especie de "pan con un toque dulzón" relleno normalmente de jamón dulce, es una "especie de croassant" criollo, producto de la gran mezcla cultural que hay en Venezuela.
Su origen no está del todo claro, ya que hay diferentes historias que lo ven nacer en diferentes sitios, pero lo cierto es que no hay nada como acercarse por la mañana a la panadería y sentir el olor de un cachito recién hecho.

Esta receta no es precisamente rápida de hacer, nosotros estuvimos muy entretenidos una tarde entera, pero sin duda es muy divertida y sencilla y se puede compartir con los pequeños de la familia. Lo más difícil de toda la receta es ¡no comérselos todos de golpe cuando estén listos!

INGREDIENTES (32 cachitos)

  • Para la masa:
    • 20gr. de levadura fresca u 8 gramos de levadura en polvo seca
    • 2 huevo
    • 1 y 1/2 cucharadita de sal
    • 125gr. mantequilla 
    • 1 taza de leche
    • 470gr. harina de trigo
    • 50gr. de azúcar
  • Para el relleno:
    • 1 huevos
    • 1-2 cucharadas de papelón (o panela o rapadura)
    • 1 kg de jamón dulce desmenuzado (nosotros lo rallamos)

PREPARACIÓN

Lo primero que vamos a hacer es derretir la mantequilla junto con la leche, en un cacito a fuego lento, vigilando que no llegue a hervir. Cuando esté totalmente derretida la mantequilla, sacamos del fuego y reservamos.

A continuación ponemos en un bol la harina, la levadura, el azúcar y la sal, y removemos bien. Una vez removidos, hacemos un hueco en el centro de la mezcla e incorporamos los 2 huevos previamente batidos y la mezcla de leche. Mezclamos bien con las manos hasta que esté bien integrado.
Una vez la mezcla sea homogénea y coja un poco de consistencia, la ponemos en la mesa de trabajo para empezar a amasar. Amasamos unos 10 minutos, vigilando que no rompamos la masa con los dedos. Hay que estirar la masa y doblarla sobre ella misma, sin que se rompa, como si amasáramos pan. Amasamos hasta que la masa esté lisa, suave y no pegajosa. Si después de un buen rato amasando y la masa sigue pegajosa, se puede añadir un poquito más de harina, pero con cuidado no nos vayamos a pasar y que luego se nos quiebre la masa.

Cuando la masa esté lista, formamos una bola con ella y la ponemos en su bol. La tapamos con un paño ligeramente húmedo y dejamos reposar en un lugar seco y caliente de la casa, sin golpes de viento, para que fermente durante 2 horas o hasta que ésta haya doblado su volumen. Dependiendo de la temperatura ambiente, puede variar el tiempo de fermentación.
Cuando la masa haya doblado su volumen, empieza la parte más laboriosa y más divertida del proceso de preparación de los cachitos. Colocamos la masa en la mesa de trabajo o en una bandeja grande y la estiramos con la ayuda de un rodillo, debe quedar más o menos como la base de una pizza. Dividimos en cuatro partes iguales, tomamos cada una de las partes y la estiramos y allanamos otra vez y la dividimos en 8 triángulos iguales. Cada triángulo será un cachito. 

Precalentamos el horno a 175ºC. Ponemos cada triángulo orientado con la base inferior del triángulo de cara a nosotros, intentando ensanchar un poquito el triángulo por la base. Colocamos el jamón en la base más ancha del triángulo, dejando un dedo de margen para doblar el cachito, doblamos los picos de la base hacia adentro y enrollamos el triángulo empezando desde la base hasta el vértice superior. A continuación se presenta, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, un paso a paso sobre cómo montar los cachitos.
Cuando estén todos los cachitos formados, los colocamos en la bandeja del horno con papel vegetal, es importante dejar un poco de espacio entre los cachitos porque en el horno crecerán un poquito, y no deben llegar a tocarse unos con otros. A continuación hacemos una mezcla de huevo batido y papelón, este último lo podemos rallar o derretir (si no se consigue el papelón, se puede sustituir por azúcar de caña) y barnizamos los cachitos con la mezcla.
Es recomendable dejar los cachitos reposar durante unos 40 minutos o 1 hora, aunque si se tiene prisa puede obviarse este paso.
Horneamos durante 15 minutos o hasta que estén bien doraditos. Sacamos y los dejamos enfriar en una rejilla.

¡Y buen provecho!