De camino pasamos por nuestro adorado Bagà. ¿Porqué digo esto? porque hace tres años no conocíamos este lindo y pintoresco pueblo y desde que fuimos la primera vez, cada vez que nos escapamos nos las ingeniamos para pasar por allí.
Total, que pasamos por Bagà justo para la hora de comer y dijimos "pues nos quedamos aquí a comer algo que sino se nos hará tarde, cualquier cosa", encontramos el bar "Bar Centre" en la Pl. Catalunya del pueblo donde comimos unos bocadillos en pan de pagés que recomendamos totalmente, aquí les dejamos foto.
Luego con la barriga llena, seguimos nuestro camino hasta Bellver de Cerdanya. Una vez en la Fonda Matia, nuestra fonda de cabecera para esta escapada, nos pusimos cómodos y salimos a conocer este pintoresco pueblo que pertenece a la provincia de Lérida. No nos dejó indiferente su bonita arquitectura, el barrio antiguo, sus murallas, iglesias y su torre. Pasamos un rato muy agradable siguiendo la ruta de las murallas y rememorando los sucesos que allí ocurrieron durante la guerra civil española, que están muy bien detallados en cada punto.
Paramos a hacer una cerveza en el Bar Lancaster en la Ctra. Puigcerda 17, totalmente recomendable, tanto por su atención como por los productos que ofrecen. Además agradecimos encontrar una cerveza bien fresquita en un entorno totalmente rural.
Luego cenamos en Boh, Plaça Sant Roc, 1, un bar de comida "casolana" y muy sana; pedimos una ensalada verde y una hamburguesa vegetal de tofu y zanahoria, y acabamos el super festín con un pastel de manzana y un flan, ambos caseros. Súper recomendable el sitio, tanto por la comida, como por el agradable servicio.
A la hora de la comida queríamos llegar a un pueblo del que habíamos oído hablar, pero caímos casi por error en un restaurant que nos encantó y enamoró, tanto por su comida como por las vistas. El sitio se llama Cal Lliuret, en Travesseres (Lles de Cerdanya) y las especialidades del local son arroces, nosotros pedimos uno de montaña junto con una ensalada y seguro seguro que volveremos, aunque solo sea para comer!!!
El tercer día hicimos un poco de ruta por la zona, por sus caminos y montañas y volvimos a casa pronto porque había dos peludos que estaban ansiosos esperándonos!
Una escapada muy relajante, que nos cargó las pilas y nos dio material para contarles hasta nuestra nueva escapada!