La semana pasada, el 16 de octubre, fue el día mundial del pan, y para celebrarlo Uri y yo hicimos unos ricos pancitos (panecitos) de leche. Sin embargo, por razones de tiempo, no pudimos publicarlos hasta hoy.
Hacía tiempo que queríamos probar una receta de pancitos de leche, son muy tiernos e ideales para un desayuno o merienda (con un poco de chocolate negro están de película), y hechos en casa ¡están mucho más ricos!
La receta es de Xavier Barriga de su libro Pan, que recomendamos encarecidamente a cualquier amante del pan, o que simplemente tenga afición por éste. Para nosotros es una de las biblias fundamentales de este arte.
INGREDIENTES
- 500g de harina de fuerza
- 12g de sal
- 40g de azúcar
- 25g de leche en polvo
- 20g de miel
- 1 huevo
- 250ml de leche fresca
- 50g de mantequilla
- 25g de levadura fresca
PREPARACIÓN
Preparamos la masa de la forma habitual (ver preparación en receta de Pan de Centeno), que cuando hablamos de hacer pan es sencillamente mezclar todos los ingredientes sólidos (excepto la levadura, si ésta es fresca) en un cuenco grande y vamos añadiendo poco a poco la leche. Vamos mezclando todo con una mano hasta que quede una masa homogénea. Lo dejamos reposar 10 minutos tapado con un paño húmedo.
A continuación volcamos la masa en la mesa de trabajo y empezamos a amasar con el método habitual (ver método de amasado en receta de Pan de Centeno).
Al final de la fase de amasado, añadimos la levadura fresca con un poquito de agua para disolverla, y volvemos a mezclar y amasar. Lo dejamos reposar 10 minutos más y después cortamos la masa en porciones de 80gr. Dejamos reposando las porciones 30 minutos tapadas con un paño húmedo.
Después de ese tiempo formamos barritas con puntas redondas, pintamos los panes con el huevo batido, hacemos unos cortes horizontales, grandes y profundos en la parte superior y los ponemos a reposar durante 90 minutos más.
Precalentamos el horno a 250ºC, generando vapor en el horno como es habitual. Cuando los panes hayan doblado su volumen gracias a la fermentación, los pintamos con huevo de nuevo y los horneamos 15 minutos a 230ºC.
Una vez están fuera del horno los dejamos enfriar sobre una rejilla y cuando estén a temperatura ambiente, ya podremos disfrutar de ellos.
Una vez están fuera del horno los dejamos enfriar sobre una rejilla y cuando estén a temperatura ambiente, ya podremos disfrutar de ellos.